Cualidades de los buenos jefes en la escuela.

 


En los centros de estudios, escuelas, colegios o universidades siempre tenemos un responsable, encargado de revisar nuestras acciones laborales. 
Estos jefes docentes se enfrentan a un gremio muy difícil, los docentes no somos sencillos de dirigir puesto que "está en nuestro ADN cuestionarlo todo"; he trabajado en conferencias con múltiples profesionales pero ningún gremio es tan critico y difícil como los docentes, si no los convencí en los primeros 5 minutos es mejor que no hable más. 

En grupos de trabajo el profesional docente requiere respeto, que se le explique con razones y no con imposición el " por qué de las cosas" 


Para los jefes docentes las cosas no son nada fáciles, pero si sigue estas indicaciones tendrá un buen equipo de trabajo nada complicado. 

Los buenos jefes docentes no lo son en el papel por el nombre del puesto o categoría que ostenten, sino que se distinguen como tales en base a sus acciones:


1. Desarrollar a todos los miembros de su equipo.

Para cualquier jefe basar sus acciones en las metas de largo plazo, en el logro de resultados y en el cumplimiento de los objetivos concretos, es lo más normal.

Los colegas docentes  sólo pueden lograr lo que son capaces de alcanzar, por lo que el buen jefe docente deberá ayudar a todos sus colegas orientandoles a ser más capaces e intentar sacar más con la motivación que para ello sea necesaria.

No limitarse a mirar si los datos se cumplen o no. Debe de preocuparse por el desarrollo personal y profesional de su equipo como forma de sacarles todo el talento. De algún lado los docentes deben recibir el elogio y el reconocimiento que ni la sociedad les da, el buen jefe en el centro de estudios se esfuerza por hacerlos sentir profesionales competentes. 

2. Resolver los problemas inmediatamente. 

Algo que es muy frustrante para los docentes es la lentitud en la resolución de problemas o conflictos,  la burocracia. 

Disputas interpersonales, problemas de rendimiento, peleas entre los profesores … todo afecta a los docentes de todo la institución  negativamente con desmotivación y pérdida de entusiasmo y distracción innecesaria. 

Los pequeños problemas siempre se enquistan y se convierten en grandes problemas si no se tratan con rapidez. Si un jefe ignora un problema hace que sus colegas docentes le  pierdan el respeto y sin respeto no hay liderazgo.

Un buen coordinador o jefe de un grupo de maestros no espera a que un problema desaparezca por arte de magia o que lo solucione otro. Trata los problemas de frente con independencia del tamaño pero siempre con rapidez.

3. Apoyar al docente que más lo necesita.


Si, es un gran reto, lo se. Casi todas las escuela y colegios o universidades tienen al menos un profesor  desmotivado, que no puede completar sus tareas,… o simplemente parece que no puede mantener el ritmo. Con el tiempo este profesor  llega a ser visto por sus colegas como un estorbo.

Probablemente intenta mejorar pero el solo no puede. El coordinador o jefe del grupo docente deberá intentar reinsertarlo al equipo, que consiga la motivación y se convierta de nuevo, a ojos de sus compañeros, como un elemento fundamental para el buen funcionamiento del grupo.

Trabajar con maestros  motivados y proactivos  es fácil,  un buen jefe se ve y se hace notar cuando rescata ‘causas cuasi perdidas’, cuando hace participar al docente que generalmente menos aporta.

Es importante que el jefe docente  demuestre confianza, que  deje claro que  está ayudando en cada momento y que está en función de colaborar con el que necesite ayuda no de molestar o incomodar.

Tampoco se trata el bajar los estándares que la institución o el ministerio de educación tiene, sino de empatizar con el grupo de trabajo a fin de lograr un equipo tranquilo y motivado para el trabajo.

4. Siempre al servicio de los demás.

El jefe docente  no es egoísta. Evita decir o hacer algo que de alguna manera lo ponga como el centro de atención, aunque sea brevemente.

El éxito de un  jefe docente empático y que hace bien la dirección escolar no se percibe de forma directa, sino de forma indirecta a través del buen funcionamiento de su equipo. (Está liberado del ego de su cargo)

Cuando los docentes y el centro de estudios destacan, el buen jefe destaca. Cuando el equipo tiene éxito, el jefe tiene éxito. Y esto le garantiza el respeto indiscutible de su equipo. 



5. Siempre recuerda de donde viene.

Para algunos de los profesores, el jefe ha nacido en ese puesto, no lo han visto en puestos de jerarquía inferior nunca, nunca lo vieron dar clases, lidiar con padres de familia o entregar calificaciones. Está a cargo. Es el jefe.

El buen jefe aprovecha  para demostrar  comprensión, inspirar tranquilidad, motivarlo,…, buscando  que el colega se sienta escuchado y valorado para conseguir el máximo rendimiento en las tareas  que demanda cada centro de estudios.  
Recordar cuando se era  solo docente   y lo que sentía cuando realizaba lo que su director le indicaba, le hará rescatar los puntos relevantes en la relación de trabajo siendo ahora un jefe. 

6. Nunca tener envidia o sentir miedo de los miembros de su equipo.

El desarrollo profesional de su equipo debe ser una meta, nunca debe verse con  temor  que puedan quitarle el puesto. Miedo y envidia son sentimientos de profesionales inseguros.

¿tienes un buen jefe o coordinador? ¿eres un buen director de tu grupo de trabajo?



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