Docentes desenmascarando el sistema laboral.




Todos y todas sabemos que los tiempos están cambiando vertiginosamente, hace un par de décadas cuando te graduabas de secundaria, preparatoria o bachillerato era seguro que consiguieras un empleo, que te diera dinero y comprar lo que quisieras y si eras hábil hasta jubilarte en él. 

Ahora, 20 o 30 años después  con suerte consigues empleo, ni bien remunerado y de jubilarte ahí ni hablamos... los tiempos cambiaron y la enseñanza en las escuelas no cambió  el discurso, estamos formando la generación nueva de ciudadanos, que deben saber que no hay un empleo esperándolos, que lo más seguro es que les cueste encontrar empleo.

Cómo podemos colaborar los docentes con estas generaciones de ciudadanos frustrados en unos años porque no encuentran empleo... una de las soluciones las tienen las escuelas y colegios que se permiten ser innovadores, esos que se atreven a hablarles a los niños y jóvenes de emprendimientos rentables.

¿Por qué habría de preocupar a un docente que los alumnos sean emprendedores?

Porque nosotros los profesionales de la educación nos damos cuenta de las frustraciones que nuestros alumnos tienen en los campos laborales,nos corresponde explicar el mundo real y no imaginario, que cada alumno sepa que al salir de su formación sistemática puede hacer su propio negocio y salir adelante...que no es solo siendo empleado como se ganará su comida y el dinero para satisfacer sus necesidades. 
Desde aprender actividades alternativas como artesanías, alfarería, carpintería; Conocer el proceso de elaboración de productos como leche, quesos, etc o saber que la basura es dinero y puede ser rentabilizado, inventar, comercializar, administrar todo es importante que se aprenda porque todo sirve; una persona con los niveles de formación necesario y con la intención de triunfar considerando todas las vías que la vida le presente,obviamente hablamos de esfuerzo, dedicación y emprendimiento,nunca dinero fácil si no la capacidad de ser gestor de su destino con su creatividad.

No vendamos humo en el aula, recordemos que les preparamos para la realidad, para una sociedad que los espera y que de cada uno depende el éxito. 

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